El fin de la guerra en Irak

2006 Resolución de la Iglesia de los Hermanos

Mientras: Como cristianos estamos continuamente llamados a dar testimonio de Jesucristo, el Príncipe de la Paz, quien nos llamó a amar a nuestros enemigos;

Mientras: La Resolución de la Conferencia Anual de 2004 sobre Irak proclamó un tiempo de confesión y arrepentimiento por la participación de nuestra nación en la violencia de la guerra de Irak;

Mientras: Como miembros de la Iglesia de los Hermanos afirmamos el testimonio vivo e histórico de nuestra denominación de que toda guerra es pecado;

Mientras: Como discípulos de Cristo y miembros de una de las tres iglesias históricas de la paz, no podemos ignorar la muerte, la destrucción y la violencia en la guerra de Irak;

Mientras: El mensaje de Jesús de “amar a vuestro enemigo” (Mateo 6:27) es inconsistente con la acción militar y nos mueve, en cambio, hacia métodos pacíficos, diplomacia, persuasión moral, sanciones no violentas y cooperación internacional para abordar la violencia y la agresión;

Mientras: Combatientes militares y personal de apoyo, así como civiles inocentes, incluidas mujeres, niños y enfermos, están siendo asesinados y mutilados y que la guerra degrada y brutaliza a todos sus participantes;

Mientras: La intervención militar en Irak ha desencadenado ola tras ola de brutales actos de terrorismo;

Mientras: El enorme gasto de la guerra es una sangría desastrosa de los recursos que se necesitan tan desesperadamente para aliviar el sufrimiento en casa y en todo el mundo;

Por lo tanto, nosotros, el cuerpo de delegados de la 220ª Conferencia Anual Registrada de la Iglesia de los Hermanos, reunida en Des Moines, Iowa, del 1 al 5 de julio de 2006, hacemos un llamado a nuestros miembros a orar y dar testimonio del pecado de la violencia. , y solicitamos al gobierno federal de los Estados Unidos, las Naciones Unidas y otras naciones y grupos relevantes que busquen la paz tomando medidas para traer tropas a casa desde Irak. Hacemos un llamado a los líderes religiosos de todas las religiones que predican la violencia para que consideren las cosas que realmente contribuyen a la paz. La sabiduría de Jonás brinda dirección: “Que todos llamen urgentemente a Dios. Abandonen sus malos caminos y su violencia” (Jonás 3:8). Además, pedimos en oración a la comunidad mundial que formule e implemente activamente un plan justo y no violento que traiga paz y seguridad a Irak.

Acción de la Junta General

En su reunión del 1 de julio de 2006, la Junta General aprobó la resolución El fin de la guerra en Irak. La Junta General recomienda la adopción de esta resolución por la Conferencia Anual de 2006.

Acción de la Conferencia Anual de 2006

La Conferencia Anual adoptó la recomendación del Comité Permanente de que se adopte la resolución “El fin de la guerra en Irak”.