actualmente enfrenta las crisis agravadas de inestabilidad política tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, los efectos de un destructivo terremoto de magnitud 7.2 y las secuelas de la tormenta tropical Grace. Estos eventos, por terribles que sean individualmente, también exacerban los problemas existentes como la violencia de las pandillas y la inseguridad alimentaria en toda la región.