Oficina de Políticas y Consolidación de la Paz firma carta sobre Cuba y declaración sobre acuerdo nuclear con Irán

La Oficina de Políticas y Consolidación de la Paz de la Iglesia de los Hermanos es uno de los grupos religiosos que firmó una carta al presidente Biden sobre Cuba y una declaración que pide el regreso al acuerdo nuclear con Irán.

La carta enviada al presidente Biden sobre Cuba expresa preocupación por la situación humanitaria en la isla relacionada con la pandemia de COVID-19, el malestar político y las luchas económicas, y pide “medidas para eliminar todos los obstáculos que impiden que las familias y las comunidades religiosas en el EE.UU. de ayudar a familias y socios religiosos en Cuba”.

La declaración sobre Irán pide “un retorno mutuo al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) por parte de Estados Unidos e Irán”. Dice, en parte: “Estamos profundamente preocupados por los informes de noticias recientes que sugieren que las negociaciones entre Irán y los Estados Unidos sobre un regreso al JCPOA están al borde del colapso, lo que aumenta el riesgo de guerra y proliferación nuclear. Instamos encarecidamente a la administración Biden a que permanezca en la mesa de negociaciones y tenga el coraje de actuar con valentía por la paz”.

El texto completo de la carta a Cuba sigue:

Sábado, Junio 29, 2022

Estimado presidente Biden:

Como representantes de denominaciones y organizaciones basadas en la fe, muchas de las cuales tienen una larga historia de relaciones con socios religiosos cubanos, le escribimos para agradecerle a usted y a su administración por tomar medidas para levantar algunas de las restricciones perjudiciales impuestas a Cuba y al pueblo cubano. . Agradecemos que haya reconocido la situación humanitaria sin precedentes en la isla. Esperamos que estos pasos positivos iniciales ayuden a aumentar el apoyo al pueblo cubano y permitan a los cubanoamericanos ayudar a sus familias en la isla.

Al mismo tiempo, seguimos profundamente preocupados por la situación en la isla. Nuestros socios en las iglesias cubanas —feligreses, ministros y sus comunidades— continúan experimentando una grave escasez de medicamentos esenciales, alimentos y otros materiales vitales en medio de la pandemia de COVID-19. Y como saben, la crisis actual está provocando que decenas de miles de cubanos se vayan y busquen mejores condiciones en Estados Unidos. Agradecemos a los funcionarios del Departamento de Estado que expresaron su voluntad de ayudar a las iglesias y denominaciones a obtener ayuda humanitaria para los socios religiosos cubanos caso por caso. Pero esta voluntad no ha resuelto los problemas que enfrentamos. Y las medidas iniciales tomadas por su administración, si bien son primeros pasos críticos, no son suficientes.

Somos conscientes de la situación política en Cuba, y muchas de nuestras organizaciones religiosas han hecho declaraciones claras apoyando el derecho del pueblo cubano a protestar pacíficamente. Esperamos que el gobierno cubano responda a las protestas con diálogo y acción. Al igual que en otros países, condenamos las respuestas de mano dura a las protestas por parte de las fuerzas de seguridad. Instamos al gobierno a liberar a todos los detenidos por protestar pacíficamente o informar sobre las protestas. Pero este malestar político no es motivo para castigar aún más al pueblo cubano con una implementación excesivamente restrictiva de las políticas económicas y comerciales de Estados Unidos.

Sabemos que numerosos factores han provocado la crisis económica de Cuba. Sin embargo, el embargo estadounidense y los cambios adoptados por la administración anterior han contribuido al empeoramiento de la situación humanitaria que enfrenta la isla. Nos sentimos alentados por los pasos iniciales de su administración, pero creemos que debe hacer más. El gobierno de los EE. UU. debe tomar las siguientes medidas para eliminar todos los obstáculos que impiden que las familias y las comunidades religiosas de los EE. UU. ayuden a las familias y los socios religiosos en Cuba.

— Restablecer todas las formas de viajes de persona a persona, tanto grupales como individuales.

— Asegurar que la Embajada de los Estados Unidos en La Habana pueda brindar servicios consulares completos para que las responsabilidades ya no se exporten a su embajada en Guyana.

— Revisar y eliminar las restricciones a los bancos estadounidenses para que puedan establecer cuentas correspondientes con bancos cubanos no administrados por militares. Revertir la prohibición de las transacciones de giro en U y permitir que se reanuden los servicios de transferencia de Western Union. Estos pasos facilitarían el acceso a las remesas y maximizarían su impacto, especialmente para los empresarios cubanos.

— Reanudar las conversaciones bilaterales en torno a los Memorandos de Entendimiento firmados bajo la administración de Obama, incluidos los temas de alta prioridad de cooperación antinarcóticos y policial, protección ambiental, seguridad alimentaria y salud pública.

— Quitar a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, que continúa complicando todos los aspectos significativos del compromiso con la isla, incluida la entrega de asistencia humanitaria.

Las iglesias de Estados Unidos y Cuba han trabajado juntas durante muchos años hacia objetivos comunes. A medida que ha mejorado la libertad religiosa en Cuba, nuestras relaciones se han vuelto más sólidas y ha aumentado la membresía de la iglesia. Nos unimos a nuestros homólogos cubanos para instar a su administración a tomar estas medidas adicionales en beneficio del pueblo, las iglesias y la sociedad civil en Cuba.

El texto completo de la declaración sobre Irán sigue:

Como personas de fe, estamos llamados a buscar la paz e imaginar un mundo libre de guerras y amenazas de armas nucleares. Hoy, hacemos un llamado al presidente Biden para que se acerque un paso más a esa visión a través de un retorno mutuo al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos e Irán. Estamos profundamente preocupados por los informes de noticias recientes que sugieren que las negociaciones entre Irán y los Estados Unidos sobre el regreso al JCPOA están al borde del colapso, lo que aumenta el riesgo de guerra y proliferación nuclear. Instamos encarecidamente a la administración Biden a permanecer en la mesa de negociaciones y tener el coraje de actuar con valentía por la paz.

El restablecimiento del acuerdo nuclear con Irán sería una victoria significativa para la paz, la diplomacia y la estabilidad en el Medio Oriente. Reforzaría la seguridad estadounidense, iraní e internacional al imponer restricciones al programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones económicas internacionales. Afirmamos enérgicamente la importancia de la diplomacia sobre la guerra por motivos morales y religiosos y hacemos un llamado al presidente Biden para que tome las medidas necesarias para asegurar el regreso al JCPOA.

Después de que Estados Unidos se retirara del JCPOA en 2018, las tensiones con Irán aumentaron y llevaron a nuestras naciones al borde de una guerra catastrófica. Pero el progreso requiere negociación y compromiso, no amenazas e intimidación. Nuestra fe nos dice que la paz duradera solo puede lograrse por medios pacíficos. El levantamiento de las sanciones económicas de acuerdo con el JCPOA también ayudará a poner fin al sufrimiento humanitario de los iraníes inocentes, que han soportado la peor parte de la crisis económica y se les ha negado el acceso a medicamentos y equipos vitales durante la pandemia de COVID-19.

La comunidad de fe ha trabajado durante mucho tiempo para construir una mayor cooperación y relaciones pacíficas entre Estados Unidos e Irán. Décadas antes de que se lograra el acuerdo nuclear original en 2015, solicitamos negociaciones diplomáticas con Irán, ayudamos a organizar reuniones con funcionarios del gobierno iraní y enviamos delegaciones de líderes religiosos a Irán. Muchos de nosotros apoyamos el acuerdo nuclear original y nos unimos a otros para protestar por la decisión del presidente Trump en 2018 de retirarse de este acuerdo e imponer nuevas sanciones a Irán.

El JCPOA siempre tuvo la intención de ser un punto de partida. Si bien hay muchos problemas que deben resolverse diplomáticamente entre Estados Unidos, Irán y otros gobiernos de la región, un retorno completo al acuerdo nuclear podría servir como base para futuras negociaciones. Instamos encarecidamente a la administración de Biden a negociar un regreso rápido al JCPOA. Hacerlo devolverá el programa nuclear de Irán a la caja, levantará las sanciones económicas dañinas, evitará una posible escalada militar y pondrá al Medio Oriente y al mundo en el camino hacia una mayor paz y estabilidad.

— Obtenga más información sobre el trabajo de la Oficina de Políticas y Consolidación de la Paz de la Iglesia de los Hermanos en Washington, DC, en www.brethren.org/peace.

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