Peace church conference approves final document from meeting in Santo Domingo
Conferencia de Iglesias de Paz aprueba documento final de la reunión en Santo Domingo
Dec. 3, 2010 — A final document was approved at the close of the Historic Peace Church conference in Latin America, held in Santo Domingo, Dominican Republic, Nov. 27-Dec. 2. The conference gathered 77 Mennonites, Church of the Brethren, and Friends (Quakers) from 17 countries.
The document will be made public in the next few days. It represents a “sense of the meeting,” with an approval process.conducted in the consensus tradition of the Friends. The paper was formulated by a committee that had the job of reducing several days of presentations, testimonies, reports, and stories into a document of common understandings. The committee included César Moya, Delia Mamani, and Alexandre Gonçalves.
Written in 13 sections, the document gives an overview of the conference and shared theological understandings on peace; expresses special concern for victims of violence in vulnerable populations such as women, children and youth, migrants; expresses concern about particular national situations including the ongoing war in Colombia and relationship between Dominicans and Haitians, and natural disasters in Chile and Haiti; lists areas for intensified effort including the environment; pledges to participate in building public policy; commits the peace churches to continue to work together and get to know each other better, and to plant seeds of peace in homes and nations; and invites all churches of Latin America and the world to come together in a movement to overcome violence.
Before the document was approved, participants had an opportunity to suggest changes or corrections, or to raise concerns. After responses were received, the writing committee retired to another room to make final changes to the document and the rest of the conference supported their work in prayer through moments of silent worship.
The final morning of the conference opened with silent worship in the tradition of the unprogrammed Friends, followed by separate meetings for the three denominational groups. Each group reported to the whole a summary of their conversations.
The Brethren focused their conversation and concern on a difficult situation of conflict within Iglesia de los Hermanos (the Church of the Brethren in the Dominican Republic). Brethren also expressed a desire for their world movement to become one of equals–in terms of national groups–in which the US church is not regarded as the one leader.
The Quaker delegation listed several action points, including development of a special report about the conference for use by Friends, a new respect for their diversity and the understanding that differences between Quaker groups are an advantage rather than a disadvantage, seeking continued interaction with other peace churches, and working to address drug use in their homes, churches, and communities. Several presentations during the conference had linked the violence in a number of countries to drug use and trafficking, and related gang activity.
The Mennonites listed priorities of maintaining lines of communication by means such as the Internet and shared resources, and maximizing dialogue and discernment on a number of points including sustainability, understandings of peace, and deeper study of social and political realities. They also named commitments as well as challenges and obstacles, among them a commitment to work at a concrete proposal to the World Council of Churches.
The closing worship service of the conference that evening was at Mendoza New Anointing Church of the Brethren, a Haitian-Dominican congregation. Liturgical dance and two choirs enriched the standing-room-only service, attended by a crowd of hundreds that spilled out into the street.
Marcos and Suely Inhauser of Igreja da Irmandade (the Church of the Brethren in Brazil) gave the message standing together at the pulpit. They preached on the story of the resurrected Christ appearing to his disciples while they were in hiding from the authorities, relating the text to the experiences of Haitians who suffer oppression and discrimination in the DR.
In a sermon that did not minimize the risks of peacemaking, and that openly stated hesitations and questions listeners might have about their own wellbeing and safety, they challenged the congregation to confront violence and oppression head on.
“I really love this Jesus of ours because he was so courageous,” the Inhausers preached, pointing out that after the resurrection Jesus returned to the same city in which he had suffered torture and death. Nothing can be done about violence and oppression if we run away, they said, “We have to face it with a witnessing presence.” They called believers to move out of shelter and hiding and into the world as disciples of Christ. “I need you to get out and spread the peace.”
A service of footwashing, held with a small group of representatives from the congregation and peace church traditions, and a lively time of passing the peace ended the service. Singing, music, and dancing continued, however, and was still going on as the conference participants left the sanctuary.
Webcasts from the conference are being offered at www.bethanyseminary.edu/webcasts/PeaceConf2010 . An online photo album has been started at www.brethren.org/site/PhotoAlbumUser?AlbumID=13041&view=UserAlbum .
Diciembre 3, 2010 – Un documento final fue aprobado al cerrarse la conferencia de las Iglesias de Paz en América Latina, que tuvo lugar en Santo Domingo, República Dominicana del 27 de noviembre al 2 de diciembre. La conferencia reunió a 77 Menonitas, Iglesia de los Hermanos y Amigos (Cuáqueros) de 17 países.
El documento se hará público dentro de unos días. Y representa el “sentir de la reunión” con un proceso de aprobación conducido en la tradición de consenso de los Amigos. Este papel fue formulado por un comité encargado de resumir varios días de presentaciones, ponencias, testimonios, historias y reportes en un documento de entendimiento común. El comité incluyó a César Moya, Delia Mamani y Alexandre Gonçalves.
Escrito en 13 secciones, el documento ofrece una visión general de la conferencia y el entendimiento compartido de las ideas teológicas sobre la paz; expresa una preocupación especial por las víctimas de violencia en la población vulnerable como mujeres, niños, adolecentes y migrantes; expresa preocupación sobre situaciones nacionales particulares tales como la guerra en Colombia y la relación entre Dominicanos y Haitianos y desastres naturales en Chile y Haití; cita áreas para intensificar los esfuerzos incluyendo el medio ambiente; se compromete a participar en la construcción de políticas públicas; compromete a las iglesias de paz a seguir trabajando juntas y a conocerse mejor unos a otros, para sembrar las semillas de paz en los hogares y en las naciones; e invita a todas las iglesias de América Latina y el mundo a unirse en un movimiento para superar la violencia.
Antes de que el documento fuera aprobado, los participantes tuvieron la oportunidad de sugerir cambios o correcciones así como también de expresar sus preocupaciones. Después de recibir las respuestas, el comité editorial se retiró a otra sala para hacer los últimos cambios al documento y el resto de la conferencia apoyó su trabajo en oración con unos momentos de invocación silenciosa.
La última mañana de la conferencia se abrió con una oración silenciosa en la tradición no-programada de los Amigos, a continuación se reunieron, por separado, grupos de las tres denominaciones. Cada grupo reportó a toda la audiencia un resumen de sus conversaciones.
Los Hermanos enfocaron sus conversaciones y preocupaciones en la difícil y conflictiva situación dentro de la Iglesia de los Hermanos en República Dominicana (Church of the Brethren in the Dominican Republic). También expresaron su deseo de que el movimiento mundial sea uno de igualdad—en términos de grupos nacionales—en el que la iglesia de EE.UU no sea considerada como el único líder.
La delegación Cuáquera enumeró varios puntos de acción, incluyendo el desarrollo de un reporte especial de la conferencia para el uso de los Amigos, un nuevo respeto por la diversidad comprendiendo que las diferencias entre los grupos Cuáqueros son una ventaja en lugar de desventaja, buscando interacción continua con las otras iglesias de paz, y trabajando para enfrentar el uso de drogas en sus hogares, iglesias y comunidades. Varias presentaciones durante la conferencia ilustraron que la violencia en varios países está ligada al uso y tráfico de drogas y a las actividades pandilleras relacionadas con las mismas.
Los Menonitas enfocaron sus prioridades en mantener líneas de comunicación a través de la Internet y recursos compartidos, y optimizar el diálogo y el discernimiento de una serie de puntos, incluyendo la sostenibilidad, la comprensión de la paz y un estudio más profundo de las realidades sociales y políticas. También nombraron compromisos a la vez que desafíos y obstáculos, entre ellos el compromiso de trabajar en una propuesta concreta al Concilio Mundial de Iglesias.
El servicio de clausura de la conferencia esa noche fue en la Iglesia de los Hermanos Nueva Unción en Mendoza, una congregación Haitiana-Dominicana. Bailes litúrgicos y dos coros enriquecieron el servicio, atendido por una concurrencia de cientos de personas que solo cabían de pie, y que se desparramó hasta la calle.
Marcos y Suely Inhauser de la Igreja da Irmandade (the Church of the Brethren in Brazil) dieron su mensaje parados juntos en el púlpito. Ellos predicaron sobre la aparición de Cristo resucitado a los discípulos, mientras ellos estaban escondiéndose de las autoridades, relacionando el texto a la experiencia de los haitianos que sufren opresión y discriminación en la República Dominicana.
En un sermón que no minimizaba el riesgo de los hacedores de paz, y que declaró abiertamente dudas y preguntas que la audiencia podía tener acerca de su propia seguridad y bienestar, ellos retaron a la congregación a dar la cara y enfrentar la violencia directamente.
“Yo realmente amo a éste nuestro Jesús por lo valiente que fue,” predicaron los Inhausers, remarcando que después de la resurrección Jesús retornó a la misma ciudad donde había sufrido torturas y muerte. Nada se puede hacer contra la violencia y la opresión si huimos de ellas, dijeron, “Tenemos que enfrentarlas con presencia testimonial.” Llamaron a los creyentes a salir de su albergue y escondite al mundo como discípulos de Cristo. “Yo necesito que salgan afuera y difundan la paz.”
Un servicio de lavado de los pies, se llevó a cabo con un grupo pequeño de representantes de la congregación y de las iglesias tradicionales de paz. Se concluyó el servicio con un animado y festivo acto de pasar la paz. Sin embargo, la música, cantos y baile continuaron hasta después que los participantes de la conferencia dejaron el santuario.
Se puede ver la trasmisión en vivo – www.bethanyseminary.edu/webcasts/PeaceConf2010 . Fotos: www.brethren.org/site/PhotoAlbumUser?AlbumID=13041&view=UserAlbum .
— Traducción al español, Mariana Barriga. Cheryl Brumbaugh-Cayford is news director for the Church of the Brethren.