Del editor | 1 de enero de 2021

Horario

Fotografía en blanco y negro de la vista de la ciudad a través de un gran reloj

El sentido del tiempo como línea cronológica es una de las víctimas de la pandemia. Las semanas se repiten interminablemente y tenemos que consultar el calendario para ver qué día es. Algunos tramos de tiempo se prolongan para siempre, y otros se alejan rápidamente. La llegada de una vacuna es imposiblemente lenta y increíblemente rápida.

En otros sentidos, el tiempo ha parecido plegarse sobre sí mismo. La vida es tan extraña en este momento que no podemos evitar mirar hacia adelante e imaginar lo que los futuros historiadores escribirán sobre nosotros. De hecho, pasamos mucho tiempo mirando con anhelo el futuro. También miramos hacia atrás. Examinamos la pandemia de gripe de 1918 y nos preguntamos qué hemos aprendido en cien años. Estudiamos el movimiento de derechos civiles de la década de 1960 para ver si hemos progresado.

Algunos días se sienten como una repetición interminable del día anterior, pero, paradójicamente, el mundo también está cambiando rápidamente. Los nombres caen en desgracia y las instituciones inmutables pierden su poder. ¿Se derrumbaron repentinamente, sin previo aviso, o lenta e inexorablemente, como glaciares que se desgarran en un mar que se calienta?

Cronos es un tipo de tiempo, el tipo lineal, cuantitativo. Pero la interrupción de la pandemia nos ha obligado a kairos—un tiempo de oportunidad, de acción, de decisión. La pandemia ha causado dolor y penurias; la agitación también ha reorganizado el tiempo y nos ha dado una lente diferente.

Jesús habló de kairos, preguntando a la multitud, “¿pero por qué no sabéis interpretar el tiempo presente?” (Lucas 12:56). En este pasaje bastante apocalíptico, no estaba hablando de la hora del día o del día de la semana. Hablaba de una estación divina, de un sentido diferente del tiempo que irrumpía en el mundo cotidiano de sus oyentes. 

Mientras miramos hacia 2021, ¿qué podemos esperar? Tal vez un fuego refinador, como Jesús describe unos versículos antes. Tal vez una inversión de las estructuras de poder del mundo, como cantó Mary unos pocos capítulos antes. Martin Luther King Jr. advirtió que los que están en el poder, que viven bajo “un concepto mítico del tiempo”, no deberían “establecer el calendario” para la libertad de otra persona. Si buscamos interpretar el tiempo presente, necesitaremos dejar de lado nuestros relojes y calendarios y estar atentos al momento kairós.

Wendy McFaddenWendy McFadden es editor de Brethren Press and Communications para la Iglesia de los Hermanos.