Reclamando una fe de dobladillo de la prenda
Puede ser que nosotros también hayamos buscado consuelo en un consejero, un médico o un amigo. Puede ser que hayamos recurrido a libros en busca de ayuda, a pastillas para la paz, o incluso a agendas apretadas para olvidar nuestro dolor. Al final, nos duele y no estamos sanos, todavía necesitamos lamentablemente un toque.